Infraestructura e Investi

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La enorme infraestructura (aún sin Mega Pharma)

Cinco de los 10 medicamentos más vendidos en Argentina se fabrican en las plantas de Roemmers. Para tener una idea del tamaño de la compañía, es importante subrayar que comercializa más de 60 millones de unidades anualmente, a las que se suma una importante cantidad de muestras sin valor comercial destinadas a los profesionales médicos.

Para semejante desafió fabril, el laboratorio cuenta con 5 plantas: sólidos, antibióticos penicilínicos y cefalosporínicos, inyectables y líquidos. Las dos plantas de antibióticos se explican por el desempeño de Amoxidal, Optamox y Ciriax, entre otros.

Elocuente imagen del tamaño de Roemmers

Hace algunos años, la organización vendió su participación accionaria (50%) en Mega Pharma, un laboratorio que es uno de los grandes protagonistas de la industria farmacéutica en Sudamérica.

La salida de Mega Pharma (con sede en Uruguay) implicó el desprendimiento de varios activos valiosos. En primer lugar, dos empresas argentinas dejaron de pertenecer al conglomerado: Raymos y Poen. Pero más importante aún, Roemmers perdió su rama biotecnológica (Amega Biotech) y parte de su presencia en el continente.

Entre los gigantes de Latinoamérica

A pesar de la salida de Mega Pharma, Roemmers sigue pisando fuerte en la región. Esto demuestra palmariamente el tamaño colosal de la corporación.

Con plantas en México, Brasil, Colombia y Venezuela, el laboratorio es, por facturación, el segundo mayor de origen latinoamericano dentro de la industria regional, según la consultora IQVIA. Lo supera la brasileña EMS que, sin ser una multinacional, le basta centrarse en el gigantesco mercado interno y en las exportaciones para ganar.

En la actualidad, Roemmers ha centrado su actividad fuera de Argentina en los laboratorios que operan bajo el sello de Siegfried.

 

Investi, una empresa con sello propio

Identidad propia

Si bien es cierto que Investi cuenta con el respaldo de toda una gran organización, el laboratorio ha logrado una identidad propia. Y eso es un mérito enorme. Pelear por estar entre los 10 laboratorios que más unidades venden es motivo de orgullo.

A Roemmers le ha aportado un complemento a su línea respiratoria, a través de la familia Hexaler (desloratadina y asociaciones) y Ceporexin (cefalexina), pero principalmente con Acemuk (acetilcisteína), el producto estrella de la empresa.

Publicidad de Acemuk, destacando la forma farmacéutica (tabletas efervescentes)

Adicionalmente, Investi le ha dado la posibilidad de abarcar un segmento casi desconocido para Roemmers: ginecología. Climatix (tibolona) y Mailen (miconazol y asociaciones) son dos marcas reconocidas. Pero especialmente ha logrado penetrar con éxito el enorme mercado de anticonceptivos de la mano de Isis (drospirenona y asociaciones).

El coleccionista de benzodiacepinas

El ingreso a las grandes ligas de Investi vino de la mano de Roche. El gigante suizo le licenció a la firma argentina su tesoro más preciado: sus benzodiacepinas. Así, las legendarias marcas Lexotanil (bromazepam), Rivotril (clonazepam), Dormicum (midazolam) y Valium (diazepam) sumaron una enorme facturación, y prestigio, a la compañía. El laboratorio ya contaba con Aplacasse (lorazepam). ¡Solo le falta el alprazolam para su vasta colección de benzodiacepinas! Fue así como Investi se convirtió un referente en psiquiatría.

El acuerdo con Roche implicó varios productos más, como Madopar (levodopa más benserazida) y  Xenical (orlistat), entre otros. Investi también obtuvo la licencia de numerosas marcas de otro laboratorio helvético, Sandoz. Algunas de las más relevantes fueron Actimax (alendronato), Dosulfin (sulfametoxazol más trimetoprima), Tenaron (meloxicam) y Unava (gliclazida).

Por último, hace pocos años Investi compró la marca insignia de Craveri: Tetralgin (ergotamina y asociaciones).

 

Gregorio Zidar

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