La pandemia actuó como un acelerador de cambios para la industria farmacéutica. Impulsó la innovación, puso en evidencia la fragilidad de modelos tradicionales de investigación y reforzó la urgencia de digitalización en todo el ecosistema salud. En ese contexto, nació una demanda creciente por perfiles especializados capaces de combinar conocimientos científicos, económicos y comunicacionales.
El gasto en medicamentos enfrenta un momento decisivo. El envejecimiento poblacional, las enfermedades crónicas y la aparición de tratamientos innovadores pero costosos obligan a organismos públicos y privados a priorizar la eficiencia del recurso público. En ese escenario, la farmacoeconomía se posiciona como una disciplina clave: demostrar que un medicamento o dispositivo no solo funciona sino que es coste-efectivo resulta imprescindible para su aprobación, financiación o adopción. Esto obliga a las empresas a incorporar profesionales que dominen técnicas de evaluación económica junto con conocimientos del sector salud.
Paralelamente, la competencia por comunicar productos sanitarios ha evolucionado. Las compañías farmacéuticas saben que ya no basta con tener un buen producto: deben demostrar su valor, su respaldo científico y generar confianza en un público cada vez más informado. Para lograrlo, necesitan expertos en marketing farmacéutico que comprendan perfiles digitales, segmentación, regulación sanitaria y la relación con profesionales de la salud.
Hoy, el marketing farmacéutico es uno de los sectores con mayor demanda laboral dentro del ámbito sanitario. Se requieren personas capaces de elaborar estrategias, conducir innovación, manejar dispositivos (devices) y adaptarse a un entorno cambiante. Pero no basta contar con una carrera universitaria: las empresas buscan especialización. Los másteres en marketing farmacéutico o farmacoeconomía se vuelven rutas habituales para aquellos que desean acceder a estos roles.
Las oportunidades se extienden tanto en el sector público (agencias regulatorias, organismos de salud, hospitales) como en el privado (empresas farmacéuticas, distribuidores, aseguradoras, consultoras). Los perfiles solicitados incluyen medical advisors, especialistas en outcomes research, consultores en economía de la salud, key account managers y otros roles híbridos.
En resumen, el mercado apuesta hoy por profesionales con una mirada integral: capaces de articular ciencia, economía y comunicación. Para aquellas personas interesadas en construir una carrera relevante en salud, especializarse en marketing farmacéutico y farmacoeconomía ya no es un lujo, sino una necesidad para estar a la altura de los desafíos del sector.
Fuente: Unir.net.














